Jueves, 3 de enero de 2013/ México
"Amores Verdaderos", la telenovela estelar de Televisa, nos mantiene "pegados" al televisor todas las noches. La historia se pone cada vez mejor y los conflictos comienzan a desatarse con bastante fuerza. Desde MasQueTelenovelas entrevistamos al actor Julio Camejo, quien da vida a Leonardo, un personaje muy posesivo que maltrata a su esposa Beatriz.
"Amores Verdaderos" se ha coronado desde su inicio como un gran éxito. ¿Cómo te sientes ante la buena acogida que ha dado el público a esta historia?
Cada proyecto es un nuevo reto, cada reto es una incertidumbre, triunfas o fracasas. En ambos casos, como equipo, ponemos el mejor empeño esperando que al público le guste y sea partícipe de la historia y cuando se tiene la fortuna de que el proyecto guste, además de estar felices, te crea el compromiso de mejorar y superar las expectativas de quienes nos ven noche a noche.
Leonardo es un hombre machista que maltrata a su esposa Beatriz. ¿Cómo haces para interpretar un personaje tan complejo como este?
El reto de este personaje era entender a un tipo común y corriente sin mayor expectativas en la vida, pero que ama de manera posesiva a su mujer. Esto, sumado a sus complejos de inferioridad, le crea un miedo a perder lo único que tiene y ama (su esposa Beatriz y su hijo Guillo). Por ello, empieza a limitar todo tipo de libertades (sociales, laborales, familiares, físicas, morales...) y, sin darse cuenta, convierte la vida de Beatriz en un infierno y su hogar en una prisión. Al Beatriz hartarse de la situación, su amor pasional, obsesivo y posesivo no se vuelve correspondido. Y eso causa frustración, la frustración lleva al dolor, el dolor no canalizado al rencor e, inevitablemente, el rencor conduce a la venganza.
¿Te preparaste de alguna forma especial para interpretarlo?
Para todos los personajes que he interpretado hago un estudio de campo previo. En el caso de Leonardo, estuve yendo a un centro de rehabilitación y ayuda de violencia intrafamiliar en el que aprendí cómo reaccionan las personas con este tipo de problemas, desde las que te andan revisando el celular hasta las que han asesinado a su pareja. El común denominador de este tipo de personas, tanto en hombres como en mujeres, es que aprendieron este patrón de la conducta de sus padres o de personas muy cercanas, además, no tienen afectación a terceros, sus niveles de autoestima son bajos y no saben lidiar con el amor.
A partir de esto, empezó mi trabajo para abordar mi personaje. Trabajé también en su voz rasposa, su corporalidad, su forma de asediar, su manera de amar y odiar a Beatriz y, en particular, la manera de amar de su hijo, a quien inculca la rudeza y el sentido de ser de lo que para él es un verdadero hombre.
Las escenas de violencia son las más difíciles, tienen que ser muy cuidadas y precisas para que se vean reales.
Desafortunadamente, tu personaje es un fiel reflejo de lo que ocurre muchas veces en la realidad...
Lamentablemente este comportamiento es un mal común que padecemos en nuestra sociedad, pero, para aquellos que lo padecen, tomar terapias con ayuda especializada evitará el deterioro de la relación.
En la telenovela protagonizas unas escenas muy fuertes junto a Susana González, ¿Cómo es trabajar con ella?
Trabajar con Susi es un regocijo, es muy profesional. En mi humilde opinión, ella es la mejor actriz joven que tiene hoy nuestra empresa.
En los últimos capítulos, hemos podido ver sucesos muy fuertes, como el secuestro de Beatriz. ¿Qué más nos queda por ver? ¿Nos puedes adelantar algo?
Leonardo entrará en una crisis pasional e intentará todo por recuperar a Beatriz, llevando sus acciones hasta las últimas consecuencias.
¿Qué le pides a este Año Nuevo que recién comienza?
El 2012 fue un año de altibajos, me hubiera avergonzado de todas mis broncas si no hubiera tenido el valor para hacerles frente, pero de eso se trata la vida.
Deseo que mi familia siga tan unida como siempre, que la salud, el amor, el trabajo, la prosperidad compartan nuestras vidas y que el 2013 esté lleno de sonrisas.
A mi México le deseo que todos los grupos involucrados hagan los acuerdos pertinentes para que reine la paz que necesitamos. Que si se va a combatir la delincuencia primero le demos opciones de vida (salud, educación, comida...) a aquellos que viven en la pobreza y no encuentran otra salida que delinquir, porque todos como sociedad somos responsable de ello. Antes de castigar tenemos que enseñar.
Y, si no es mucho pedir, que el salario mínimo suba cada vez que sube la gasolina, para que llenar el tanque no se convierta en un lujo que ya pocos se pueden dar.
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